miércoles, 11 de julio de 2012
Nos duele que algunas personas hayan usado el signo de la caridad para provocar esta situación: Monseñor Guillermo Ortiz
Agencia MANL
Cuautitlán, Méx.- Ante los hechos ocurridos el día sábado 7 de julio por la mañana, Monseñor Guillermo Ortiz Mondragón detalló lo sucedido ese día y manifestó su repudio ante esta situación.
Hacia el medio día del sábado 7 de julio llegaron y se estacionaron cerca de la casa del migrante "San Juan Diego" tres camionetas para distribuir alimentos. Las personas que iban en ellas no tienen ninguna relación con la Iglesia.
En ellas iban algunos migrantes ya estacionados en distintos municipios, algunos con problemas de drogas y alcohol. Una de las camionetas se estacionó frente a una casa, bloqueando la salida. Una señora salió y pidió que movieran la camioneta, pues necesitaba el acceso a su casa. Ahí comenzó el conflicto. Voluntarios de la Casa San Juan Diego pidieron a la persona que organizaba esta distribución de alimentos que se alejaran un poco, pues podrían causar problemas. No hicieron caso y por el contrario, algunos de los ocupantes de las camionetas comenzaron a agredir a los vecinos. El conflicto creció.
Algunas personas reaccionaron quitando todo aviso de la casa del migrante San Juan Diego, cubriendo el nombre de la casa con pintura blanca, destruyendo los avisos de la misma casa.
Deploramos esta acción. Nos duele que algunas personas hayan usado el signo de la caridad -dar de comer al hambriento- para provocar esta situación, expresó. La Iglesia no esta de acuerdo con estos hechos, siempre ha trabajado procurando el bien sin ninguna otra intención que apoyar a los migrantes. Para la Iglesia una acción caritativa es distintivo de su misión, anunciar el Reino de Dios, implantar el amor de Cristo. Nos duele que personas ajenas a la Casa del Migrante, hayan usado este signo de atención a los migrantes para provocar un conflicto que desembocó en el rechazo de la acción caritativa de la Iglesia.
No he cerrado la casa del migrante, no lo haré nunca. Permití esta situación momentánea en pro de la paz social y en bien de los mismos migrantes. La Iglesia no renuncia a la caridad. Promueve la justicia, busca la reconciliación y la paz, dijo.
Así mismo pidió a todos los vecinos su comprensión y los invitó a anteponer la caridad a cualquier otra acción; ellos son testigos de estos hechos. Pidió a los migrantes su paciencia, comprensión y disponibilidad a atender a las normas de la Casa del Migrante y a las leyes de nuestro país. También pidió a las autoridades se apliquen a la investigación de los hechos y con justicia actúen para descubrir a los verdaderos agresores.
Invito a todos a orar por los migrantes, a orar en comunión por la reconciliación y la paz. Esperamos mejores condiciones que garanticen a la Iglesia poder continuar atendiendo desde la fe y la caridad a nuestros hermanos migrantes.
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