LA MANO NEGRA / Agencia MANL
La antigua sede del PRD Estado de México, ubicada en la Avenida Miguel Hidalgo, en el centro de Toluca, se encuentra en venta, y ni dirigentes ni el coordinador parlamentario en la Legislatura han hablado sobre el costo de venta del inmueble y qué se hará con esos recursos.
Quizás sea tanta la apuración por obtener mayores recursos que disputarse entre el grupo del líder estatal destituido y reincorporado, Christian Campuzano y el grupo del diputado Omar Ortega.
El inmueble que durante varias décadas fue sede del perredismo, desde hace meses tiene una lona anunciando que se encuentra en venta, como últimas posesiones del partido que en las pasadas elecciones obtuvo el 3.7 por ciento de la preferencia electoral, tras su alianza con el PAN y el PRI, de lo contrario hubiera perdido el registro ente el IEEM.
Al inicio de la 61 Legislatura, el coordinador de la mini bancada del sol azteca habló de que la sociedad ya cambió, que actuarán con una perspectiva democrática plural, tolerante y abierta, sin embargo no rinde cuentas del inmueble adquirido con recursos públicos.
El legislador debería poner el ejemplo internamente para que se informe a los pocos militantes que les quedan y a los contribuyentes en cuánto venderán el edificio que fue su antigua sede y lo más importante a qué destinarán esos recursos.
Es claro que hoy la lucha es por las prerrogativas que aún mantienen al pequeño partido amarillo y que en este año fue de 59.7 millones de pesos, por concepto de Financiamiento público para actividades ordinarias otorgado por el Instituto Electoral del Estado de México.
Esta aún millonaria prerrogativa es el origen de la disputa entre los grupos de Campuzano y Ortega, en el perredismo estatal. Y luego de que el Tribunal Electoral Mexiquense revocara las tres destituciones que hizo el líder estatal de gente cercana al diputado local, tuvieron que ser reincorporados en la <unidad de Transparencia, en la Coordinación de Patrimonio y Recursos Financieros y la representación ante el IEEM.
Así que desde la Coordinación de Patrimonio, Norma Lojero, comadre de Omar Ortega, tiene la obligación de hacer pública la información sobre la venta del inmueble, adquirido con recursos públicos, y mostrar la apertura, transparencia y el cambio que tanto pregona su jefe político. Y que la imagen que tiene de negociador y rapaz no siga en aumento.
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