lunes, 31 de julio de 2023

El día de Carlos Salinas le puso la banda presidencial a Rosario Robles:




Por José Humbertus Pérez Espinoza


En la disputa de narrar la conquista y caída de la gran Tenochtitlán, los soldados cronistas, testigos presenciales, narraron lo que vieron, lo que les constó y sus testimonios dieron el inicio a la cultura escrita y a la construcción de los discursos que enfrentaron a Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo.

Hernán Cortes tenía conocimiento de las letras, mienten los que afirman que era un iletrado, el conquistador estudio derecho en la Universidad de Salamanca y escribió las llamadas Cartas de Relación destinadas al joven Carlos V, sus narrativas en primera persona y el único protagonista de la conquista fue motivo de la controversia con Díaz del Castillo, está visión fue secundada por el biógrafo de Cortes, Francisco López de Gómora quién sin cruzar el océano Atlántico publicó la Apología de Cortes.

Bernal Díaz de Castillo en respuesta a estos protagonismos publicó su versión, como soldado cronista y que le constaron los hechos de la conquista y tituló a su testimonio escrito con el soberbio título “Historia Verdadera de la Conquistas de la Nueva España”, pero estas obras siguen aún en nuestros días generando polémica.

Lo que se resalta es que las dos versiones tienen algo en común Hernán Cortes y Bernal Díaz son soldados conquistadores, solados cronistas presenciales, testigos, que les constaron los hechos y que dejaron obra escrita, es decir, el inicio de la historiografía de la Nueva España. 

Para el filosofo francés Michel Foucault el testimonio sitúa al acto confesionario en el marco de los juegos del lenguaje, especialmente por el uso de la confesión y la “verdad” por quienes ostentan el poder, y dice: “tiene consecuencias, riesgos o algún costo para quién o quienes confiesan” (Foucautl; “Obrar mal decir verdad. La función de la confesión en la justicia”), estás reflexiones las construyó el filosofó para explicar, la locura, la enfermedad y el crimen.

Los testimonios escritos en el Libro de Carlos Ahumada “Derecho de Réplica”, pone en duda muchas de las afirmaciones que Rosario Robles dio a conocer en su entrevista con Café Milenio, lo señalado por la ex jefa de gobierno se ubica en el juego del lenguaje, de las confecciones y “verdades” por quienes ostentan el poder y que se inscribe para entender principalmente como lo señala Foucautl a la locura, la enfermedad y el crimen. 

Carlos Ahumada en su testimonio escrito, narra que de todas las personas con las que se relacionó entorno a la primera mujer en gobernar la Ciudad de México, la más ambiciosa y sin limites por el poder es Rosario Robles, quién en su primer acercamiento, cuando los presentó el impresentable Ramón Sosamontes, lo primero que le pido fueron recursos para apoyar las candidaturas del PRD a diversas elecciones que estaban en puerta.

Carlos Ahumada nos da su testimonio y lo escribe como si lo estuviéramos viviendo, y cuenta, Rosario Robles estaba obsesionada por ser presidenta de la República “¡¡¡ ob-se-sio-na-da, ¡¡¡” definitivamente le dije en nuestro viaje a Alemania “que me parecía que podría llegar a presidir al PRD, pero por ningún motivo sería la presidenta de la República”.

Carlos Ahumada nos ambienta al momento de la respuesta de Rosario Robles quién le contestó mientras íbamos en un Mercedes Benz negro cruzando el Muro de Berlín: “Te invito a tomar una botella de vino tinto, en los primeros seis meses de 2007, aquí mismo en Berlín, tu y yo solos, para celebrar mi nueva encomienda como presidenta de la República”. 

Efectivamente Carlos Ahumada tenía razón, Rosario Robles llegó a ser presidenta del PRD no presidenta de la República, en el partido de Sol Azteca por su enfermedad y locura del poder, la ex jefa de Gobierno, junto con Emilio Zebadúa (su inseparable oficial mayor en el PRD, SEDESOL y SEDATU), fueron severamente criticados por la mala administración de los recursos públicos del partido de la llamada “izquierda mexicana”.

El 7 de febrero de 2004 durante el Consejo Nacional del PRD, el ex fundador del Diario La Jornada Carlos Payan dio lectura al informe de las gestión de Rosario Robles al frente del PRD, que junto con Emilio Zebadúa hicieron crecer la deuda de ese partido en 289 millones de pesos mediante el desorden administrativo.

En este contexto se dio a conocer la auditoria realizada a la dirigencia del PRD por el despacho Deloitte & Touche, que denunció que se encontraron pasivos por “personas sin autorización” y se sustrajeron 20 millones de pesos que debieron destinarse a la remodelación del edificio del partido del Sol Azteca, las operaciones criminales y las conductas de Rosario Robles están acreditas cuando menos en los últimos treinta años.

En la narrativa de su testimonio Carlos Ahumada, nos describe como para dar a conocer los videoescándalos y destruir la figura política de Andrés Manuel López Obrador, para noviembre de 2003, Rosario Robles ya no tenía temor de ver a Carlos Salinas de Gortari y aceptó conocerlo en su casa de camino a Santa Teresa.

Cuenta Carlos Ahumada la noche que Rosario Robles conocería a Carlos Salinas, para ocultarse de la misma noche se cubrió el rostro con unos grandes lentes obscuros y una mascada que le cubría la cabeza, llegamos a la vivienda del expresidente, Salinas nos recibió y era la misma casa, en donde, habíamos desayunado un día antes Raymundo Riva Palacios y Javier Solórzano (directivos del periódico el Independiente propiedad de Carlos Ahumada).

La operación de los videoescándalos estaba echada andar, los testimonios de Carlos Ahumada permiten aclarar con el paso de los años quienes iniciaron la polarización del país, ahora acusan falsamente a AMLO, Rosario Robles es responsable y actora de estos actos, los actos de confesión de Carlos Ahumada son letales y que niega la falsa narrativa como la propia falsedad de Rosario de ser una mujer corrupta, deshonesta y obsesionada por el poder, por el poder de ser presidenta de la República. 

Salinas de Gortari estaba muy contento y entusiasmado nos narra Carlos Ahumada, decía el ex presidente de manera presuntuosa “Si quieren, ahorita le hablo al gúey de Bernardo Gómez o al pendejo de Jorge Mendoza”, (se refiere al padre del actual director general de BANOBRAS y de SHF Jorge Alberto Mendoza Sánchez), por eso los testimonios de los soldados cronistas Cortes y Díaz del Castillo son tan reveladores como los testimonios de Carlos Ahumada.
Carlos Ahumada en su testimonio escrito en el apartado Rosario presidenta dice, en la madrugada antes de despedirnos surgió una de las escenas más impactantes que he visto en mi vida señala el testigo presencial, “Salinas le mostró su biblioteca a Rosario, el ex presidente “tomo una escalerita para poder subir a abrir la vitrina y saco una de las bandas presidenciales, yo creía que nos las quería mostrar y en efecto lo hizo, pero no fue solo eso, sino que la tomó y se la puso a Rosario cruzándole el pecho y le dijo: “Te luce muy bien”.

Nuestro testigo nos narra que a pesar de la gran cantidad de vino tinto que tenía encima, no podía dar crédito a lo que veía, “Quede estupefacto. Me pareció una escena increíble y vergonzosa, me dio pena ajena” finaliza su testimonio Carlos Ahumada.

Dentro de la disputa por el mandato siempre las confesiones de los testigos presenciales, como la de los soldados cronistas dan cuenta de la perversidad y obsesión por la conquista del poder, no importando que al obtenerlo van dejando en el camino pedazos de dignidad, y en esencia las testimoniales o confesiones relacionadas con el juego del lenguaje de los que ostenta el poder, en el fondo esto explica sus conductas de locura, enfermedad y el crimen, que en la realidad es lo que representa el regreso de Rosario Robles a la vida política electoral 2024, con su serie vergonzosa y falsa producida por Netflix “Rosario de México”.

Está historia continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario