Agencia MANL
México, D.F.- El pasado 15 de noviembre se aprobó por la Cámara de Diputados, con una mayor injerencia de la Secretaria de Hacienda, el Presupuesto 2012 bajo una falta de conciencia e incongruencia a su responsabilidad, ampliando de manera considerable el presupuesto destinado a la infraestructura y dejando un presupuesto insuficiente para garantizar el crecimiento efectivo a dos ramos importantes como son la Secretaria de Agricultura y Medio Ambiente.
México al ser un país mayoritariamente semidesértico, la disponibilidad de agua para el consumo humano y la agricultura es de vital importancia. Los efectos de este fenómeno se está manifestando en México con la peor sequia de los últimos 70 años reflejado en la pérdida total de 1 millón de hectáreas de maíz y fríjol, dos millones de muertes de unidades de ganado y miles de personas en su mayoría indígenas y campesinos pobres de los estados del norte que atraviesan por una hambruna atroz.
Los poderes ejecutivo y legislativo tenían la obligación de destinar recursos para garantizar medidas de adaptación y mitigación al cambio climático, teniendo en cuenta las necesidades del campo para la producción de la enorme demanda de alimentos. Sin embargo, una vez aprobado el presupuesto se dan cuenta de los que les veníamos diciendo desde hace algunos años, el cambio climático se presenta como una de las peores amenazas para el campo y la producción de alimentos y hoy estamos sufriendo las consecuencias de oídos sordos ante nuestras propuestas.
La agricultura de riego hoy se presenta como una de las alternativas para abastecer de alimento a la población. Lo anterior significa ofrecer oportunidades de crecimiento tanto económico como productivo, permitiendo obtener una seguridad alimentaria a la población y al mismo tiempo conservar nuestros recursos naturales con esquemas que permitan aminorar impactos mayores a futuros como uso eficiente de agua y energía, tecnificando el riego, producción de forraje con poca demanda de agua para la alimentación de ganado, planeación agrícola, priorizando cultivos básicos y estratégicos.
Por ejemplo del Programa de Eficiencia Energética en el sector agroalimentario ejecutado por la SAGARPA que tiene como objetivo, reducir CO2 con la disminución de energía eléctrica en pozos agrícolas y mejorar la productividad en los alimentos, de 1500 millones de pesos propuestos para sustituir 6000 equipos de bombeo, sólo se aprobaron 75 millones que alcanzará si bien nos va para la sustitución de 300 pozos de los 18 000 pozos ineficientes que existen en nuestro país.
De igual forma, al Programa de Tecnificación de Riego, que contribuye a incrementar la productividad, aumentar la disponibilidad de agua y por tanto contribuir a la recarga de mantos acuíferos, presentó una disminución de 100 millones de pesos, requiriéndose al menos 2 mil millones de pesos para que pequeños y medianos productores tengan acceso a nuevas tecnologías.
De esta forma, el Presupuesto 2012, en el tema del campo se dio sin representar de manera efectiva las necesidades del agro mexicano y sí, provocando un desabasto de alimentos para la población además de no contribuir a las promesas que se hicieron en la COP 16 de Cancún para reducir las emisiones contaminantes.
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