Autor: Luis Videgaray, Secretario de Hacienda y Crédito Público.
*El autor es Secretario de Hacienda y Crédito Público
Artículo publicado en el periódico Reforma, 26 de mayo 2014.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ajustó el pronóstico de crecimiento para el año 2014 a una tasa real de 2.7%, ante las cifras del primer trimestre publicadas por el INEGI. Si bien 2.7% es una tasa de crecimiento superior a la que se pronostica este año para Estados Unidos, Europa y muchos de los países de América Latina, es sin duda insuficiente para enfrentar los retos de nuestro desarrollo.
El débil desempeño de nuestra economía en el primer trimestre de este año se debió a tres factores principalmente: Estados Unidos tuvo un crecimiento prácticamente nulo (0.1% a tasa anual en el primer trimestre cuando el estimado era 1.2%) por las condiciones climatológicas inusualmente extremas que experimentó el pasado invierno. Este hecho disminuyó las exportaciones mexicanas a ese país que concentra el 80% del total de la demanda externa. Por su parte, la demanda interna se vio afectada de manera transitoria por la entrada en vigor de algunos impuestos al consumo como los impuestos al carbono (afectando gasolinas y diesel), a las bebidas azucaradas y a los alimentos no básicos con alta densidad calórica. Finalmente, la producción petrolera disminuyó de manera no anticipada 1.3% respecto de la cifra observada el año anterior.
Con excepción de la caída en la producción petrolera, estos factores son transitorios y las cifras recientes confirman que se están disipando, por lo que se espera un mayor crecimiento para lo que resta del año. La economía de Estados Unidos ya está creciendo, lo que se refleja en las exportaciones mexicanas que se incrementaron a un ritmo de 4.5% anual en marzo. En México, se están creando empleos y, en el mes de abril, el número de asegurados en el IMSS aumentó en todos los sectores, lo que no sucedía desde el mes de abril del año pasado. La inflación ha mantenido su tendencia decreciente para colocarse en 3.4% en la primera quincena de mayo, lo que, sin duda, apoyará el crecimiento del consumo en los siguientes meses. Por su parte, el gobierno federal continúa ejerciendo el gasto público de manera acelerada para dar soporte a la actividad económica. Tan solo el gasto en inversión física el primer trimestre fue superior en 45% al del mismo periodo del año pasado.
No obstante lo anterior, crecer al 2.7% es crecer apenas un poco más que el promedio de 2.3% de los últimos 14 años o del promedio de 2.4% de los últimos 33 años. Esto quiere decir que si bien en las décadas recientes los mexicanos hemos enfrentado con éxito los retos de la apertura económica y de la estabilidad, no hemos todavía vencido el desafío de crecer a las tasas que demanda nuestro desarrollo. Para generar empleos bien remunerados y reducir la pobreza y crear prosperidad, México requiere crecer de manera sostenida en los próximos años y décadas a tasas cercanas al 5% anual. Y para ello México debe atreverse a cambiar.
Afortunadamente México está ya en el camino del cambio. La agenda de reformas que parecía nunca encontrar las condiciones adecuadas, ahora -en un entorno democrático abierto y vigoroso- se está materializando gracias al impulso del Presidente Enrique Peña Nieto y al notable trabajo de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión. Las reformas aprobadas en materia laboral, de educación, de competencia económica, en telecomunicaciones, fiscal, en materia financiera, y por supuesto en energía, van a detonar el gran potencial de la economía de nuestro país.
El camino del cambio no es fácil. El cambio conlleva incertidumbre, polémica e incluso enfrentar resistencias y costos temporales, y no podría ser de otra forma. El cambio significa un gran esfuerzo para todos los mexicanos y requiere de la participación de todos los actores de la sociedad, de la economía y de la política para que sus beneficios sean permanentes, para todas las regiones de México y todos los sectores de la sociedad. Sin embargo, el cambio profundo en la estructura de nuestra economía, como el que ya está ocurriendo de manera notable hoy en México, es el camino correcto para enfrentar el desafío de elevar nuestro crecimiento.
*El autor es Secretario de Hacienda y Crédito Público
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