miércoles, 2 de septiembre de 2015
Buscan detener el declive del PRD con la renuncia de Navarrete
Agencia MANL
La renuncia de Carlos Navarrete Ruiz y el resto de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), abre una oportunidad histórica en lo que parecía el inevitable declive del Partido de la Revolución Democrática, por lo que se espera que ésta coyuntura sea una plataforma de reconducción y no un simple cambio cosmético.
Así lo dio a conocer Saúl Vázquez Torres, Consejero Nacional del PRD, durante la realización del 1er Pleno Ordinario Ampliado del VIII Consejo Municipal, en el que presentó un Decálogo para la Renovación Democrática.
Al hacer uso de la palabra, explicó que este Decálogo está firmado por miembros, delegados al Congreso Nacional, Consejeros Nacionales y dirigentes del PRD.
Como parte de este Decálogo, se establece que la renovación no debe tratarse del fetiche sobre la figura pública en la presidencia del partido. Si la misma llega a través de los mal llamados “acuerdos de corriente”, tan sólo será una reiteración de las mismas prácticas que llevaron al PRD a su peor resultado desde 1991, agregó Saúl Vázquez Torres.
De igual manera, un orgullo histórico del perredismo era que nuestros dirigentes partidistas no podían ser representantes populares y viceversa. Ambas son tareas de suma importancia, ningún individuo debe de concentrar poder de manera excesiva en su persona.
En otro punto del documento, se establece que la llamada “renovación generacional”, no debe convertirse en una obsesión. No se trata de reemplazar a viejos caciques por nuevos, sino de ponderar la carrera partidista y social de los nuevos dirigentes, quienes han servido al pueblo y quienes al régimen.
En este Decálogo, se pronuncian por la recuperación de una escuela permanente de cuadros y que sea requisito indispensable para nuestros candidatos a elección popular, con lo que se evitará la llegada de improvisados y perfiles más cercanos al crimen organizado que la ideología de izquierdas.
La organización juvenil del partido debe ser también renovada y limpiada de las prácticas que tanto han hecho daño a nuestro partido. Su dirección debe ser elegida de una manera auténticamente democrática por las juventudes del partido y no parte de las cuotas a repartir entre las corrientes del mismo, añade el documento.
La política de alianzas no debe ser sólo un burdo intento por ganar elecciones, que al final del día no se reflejan en un gobierno distinto al servicio de la gente, por ello, este Decálogo con la izquierda social y partidista debe ser permanente, por lo que será fundamental las alianzas con los movimientos sociales y los partidos de izquierda y progresistas de nuestro país.
Finalmente, señala que el problema de debilidad estatal es derivado de la corrupción institucionalizada, “el PRD no ha sido la excepción”.
Por lo cual, debemos de ser implacables contra ella, no tolerarla en ningún nivel de nuestro partido o gobiernos emanados del mismo. Es indispensable dar operatividad real a nuestros órganos internos de vigilancia y actuar con decisión en contra de este mal.
Sólo con el cumplimiento de los puntos anteriores, el PRD se puede presentar como una alternativa de gobierno de cara a la sociedad. Reconstruir el partido es tarea de todos, subrayó Saúl Vázquez Torres.
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