miércoles, 28 de enero de 2015

Trabajadores invidentes del metro piden apoyo laboral



Agencia MANL

México DF.- Trabajadores invidentes y débiles visuales que laboran dentro del Sistema Colectivo Metro (STC), demandaron al gobierno capitalino la dignificación de las condiciones en las cuales laboran, pues a diario realizan sus actividades en condiciones precarias y enfrentan una competencia desigual con los comerciantes normo-visuales.

Agrupados en la Asociación Mexicana por el Trato Humano, Social, Material y Cultural de los Invidentes y Débiles Visuales, su dirigente Pedro Ariel Ortega señaló que el comercio informal de los invidentes en el Metro comenzó desde 1972, pero fue hasta el  2004 cuando se da una avalancha   de los llamados "vagoneros", comerciantes invidentes, que de inmediato empezaron a ser competencia para los otros vendedores ambulantes, además de vivir en continuo enfrentamiento con las autoridades.

La tensión llegó al extremo el 5 de mayo de 2005, cuando en estaciones como Gómez Farías, Merced y Pino Suárez, personal de seguridad y vendedores normo-visuales despojaron a invidentes de su mercancía y dinero.

A la fecha dicha Asociación ya logró avances parciales para sus poco más de 300 miembros que trabajan en las líneas del Metro, con excepción de la línea 2.

En el interior del Metro fueron habilitados nueve consultorios para masajes de masoterapia, y está pendiente uno, mismos que son atendidos por invidentes, agregó Pedro Ariel Ortega.

Adicionalmente los comerciantes pueden vender distintos productos como agua, botanas, dulces y pan en 118 pequeñas alacenas o "tarimas" ubicadas en los pasillos, donde se organizan turnos para atenderlas; además de existir presentaciones de cantantes y músicos invidentes en horarios lugares y días programados previamente.

Las estaciones donde hay consultorios de masajes son las de Cuauhtémoc, Tacubaya, Tacuba, Cuitláhuac, Lázaro Cárdenas, Patriotismo, Copilco, Eugenia, Pantitlán, y falta el de Zaragoza.

Sus ingresos diarios dependen de la ubicación de sus puestos, pero fluctúan entre los 100 y 400 pesos para el caso de los comerciantes.

Pedro Ariel Ortega , subrayó que estos puestos ya cuentan con el permiso de las autoridades del Metro y del Gobierno del Distrito Federal, y comenzaron a funcionar desde el 17 de mayo de 2010.

Pese a ser legales, estos espacios de venta no reúnen las mínimas normas para ser utilizados por personas invidentes, ya que son rústicas alacenas color gris, donde los productos pueden ser robados en cualquier momento, además de que no son nada atractivos para atraer a los posibles clientes.

Por el contrario, los puestos autorizados de los comerciantes normo-visuales, generalmente corresponden a franquicias autorizadas, con diseños y anuncios atractivos, lo cual configura una competencia inequitativa.

En el caso de los cantantes invidentes, que tienen permiso para realizar presentaciones en sitios, lugares  y horas programadas, el principal problema radica en el apoyo para el traslado de sus equipos, lo cual también limita el número de presentaciones que pueden efectuar, añadió Pedro Ariel Ortega.

"Nos han robado en las mismas mesas, tenemos cajones pero esos mismos los han roto y se han llevado la mercancía de los compañeros, y ahora el problema también es con los comerciantes pasilleros, hemos tenido amenazas de muerte y han existido agresiones físicas y verbales, porque ellos tienen el coraje que a nosotros sí nos dejan trabajar".

Ariel Ortega explicó que por si fuera poco, los trabajadores invidentes a diario sufren las agresiones verbales y físicas por parte de los comerciantes normo-visuales, quienes los perciben como una competencia.

"Las carencias son muchas, necesitamos un trato más digno para los trabajadores invidentes, con el programa de reordenamiento hay espacios para trabajar, pero ahora debemos garantizar que podamos subsistir adecuadamente", concluyó Pedro Ariel Ortega.

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